diumenge, 28 de gener del 2007

LES GORGES DE SALENYS

En un paraje natural de singulares características, el mismo que los hombres aprovecharon para convertirlo en límite entre los municipios de Llagostera y Santa Cristina de Aro, se encuentra el cauce por el que transcurre intermitente a veces, caudalosa otras, la riera de Salenys, llamada antiguamente Riera de Pruneres.
El valle de Salenys está considerado como una Zona de Alto Valor Biológico y posee además el complemento añadido de ser también un Área de Interés hidrogeológico. En su espacio se encuentran un conjunto de fuentes picantes, ricas en anhídridos carbónicos y también ferruginosos, como las de Salenys, Panedes, Bell-lloc y Font del Plat.
Mucho antes de iniciase la economía expansiva, cuando la palabra “mercado” solamente alcanzaba los límites de la comarca, y con algo de suerte a alguna de las vecinas, siempre que estuviera bien comunicada, de la fuente de Bell-lloc, la llamada Font Picant, se comercializaba agua embotellada, con bastante aceptación entre los conocedores. El edificio de la planta embotelladora aún sobrevive su desuso.
Por entonces la vía principal de comunicación se realizaba, no a través de la carretera C-35 que hoy canaliza velozmente todo el tráfico de corto y largo recorrido del territorio, sino gracias al trazado de un modesto ferrocarril, reconocido bajo el nombre de Carrilet, que completaba su trayecto entre Sant Feliu de Guíxols y Girona con parada en la estación de Bell-lloc. El pequeño ferrocarril inició su andadura en 1892 y se mantuvo en servicio hasta la clausura de la línea en 1969.
De entonces se estableció un restaurante en las proximidades de la estación que aun hoy se mantiene en funcionamiento (1895-2007). La plataforma de vía se ha transformado en una vía verde frecuentada por ciclistas de cualquier terreno y caminantes de sendero. En las cercanías de la estación se atraviesa por uno de los puentes mejor conservados de la antigua línea del Carrilet.

La Vía Ferrata
La vía fue acondicionada por Albert Gironés en la parte más bonita y agreste del torrente, estableciendo dos campañas para su finalización, la primera la realizó en 2001 y la siguiente la completó en 2003, él mismo ha establecido otras ferratas cercanas, como La Cala del Molí y Les Agulles Rodones, de mayor dureza y grado de dificultat que la que nos ocupa.
Esta es de recorrido fácil y muy asequible para neófitos, no entraña dificultades insuperables y el grado de peligrosidad se lo establece el propio usuario. Para acometer esta vía, si bien podemos aproximarnos desde la misma antigua estación de Bell-lloc, con la total garantía de disfrutar del recorrido, propongo una aproximación directa que nos sitúe más cerca de la vía acondicionada.
La aproximación la realizaremos en vehículo tomando la carretera GIV- 6612, en dirección a Romanyà de la Selva, que se inicia a partir la principal C-35, en el restaurante Panedes, cercano a Llagostera. Desde esa intersección y tras haber recorrido unos cinco quilómetros podemos dejar el coche junto a la carretera, en el camino boscoso GR-92 que se inicia por la derecha en ese mismo lugar.
Descenderemos por el camino unos 200 m hasta llegar a un cruce en el que a la derecha observaremos un sendero señalizado mediante un indicador de turismo rural, y desciende durante 400 m hasta la Fuente ferruginosa de Panedes. El manantial se halla protegido con una cubierta de obra.


Proseguimos por el camino durante unos 150 m hasta encontrarnos con un sendero a la derecha indicado mediante un amontonamiento de piedras.
El sendero desciende durante unos 300 m hasta el encuentro con la riera de Salenys, que nosotros tendremos que recorrer en sentido ascendente hacia la izquierda.
El recorrido establece tres tramos diferenciados con los hitos establecidos el primero en el “Pou de les Goges”, o de las brujas, con una leyenda en la que se dice que de la poza no se conoce la profundidad que alcanza. El segundo situado en el “resalto de de Murtra” y para finalizar “el Salt del Llop”.
En medio se situa la vía ferrada, de 1:00 hora de duración, de unos 750 m de recorrido y 200 m de desnivel, con pozas cascadas y grietas, con puentes tibetanos, tirolinas, escaleras, franqueos y grimpadas.
La salida, una vez completado el recorrido, se realiza siguiendo el camino que se aleja de la riera. A 100 m, en el mismo bosque tomamos el sendero a la izquierda hasta localizar la señalización del GR-92, que seguiremos de regreso hasta el coche.
Divertíos espíritus de la noche!.
Ramix lo dijo